Comer tarta o sentarte en la tarta

¿Comer tarta o sentarse en la tarta? ¿Que opción elegirá esta vez el Levante? Los más espabilados habréis entendido la referencia y es que el Levante se comió la tarta cuando tuvo que hacer de juez o verdugo en esta misma situación que se encontrará en Vigo. Con medio archipiélago balear en sus hombros, la situación le resulta familiar al equipo de Paco López, son los primeros que saben lo que hay, lo que resulta inaudito es ver La Purga desde el salón presidencial, siendo esta vez la gran esperanza para todos los bandos implicados en sobrevivir, deseosos de arroparse a un costado del camarote del tren con un billete a la Primera División 20/21 en que nosotros llevamos dormidos ya un par de jornadas.

Visitamos la ciudad de la luces que se ven desde la mismísima Nueva York como afirma su alcálde Abel Caballero, a un equipo hasta el año pasado endemoniado para los granotas. No solo el estadio, sino el club Celta de Vigo nos era como ajo para los vampiros, 8 derrotas seguidas tanto de locales como visitantes. Hasta el año pasado la última victoria no derrota fue hasta el 21/10/13 con un tanto de Diop acabando el partido de un rechace desde fuera del área para luego tener que esperar hasta 2019 para ganar con goleado por 1-4. Uno de los equipos a priori que estaría luchando por puestos de UEL vuelve a pecar como años anteriores, otra vez hasta el final con el futuro incierto pero con el camino más aplanado que el año pasado a estas alturas, en donde solo una victoria o 2 empates le aseguran la plaza el año que viene si el Mallorca no gano los dos últimos partidos. En caso de ganar al Levante sería la segunda vez que Paco salva al Celta.

¿Como llega el Celta? Más allá de su necesidad imperiosa de certificar la salvación, desde la vuelta lleva los mismos puntos que el Levante y 5 partidos seguidos sin ganar, lo que les ha vuelto a complicar la vida. Su principal baja está en la portería, con sus 2 porteros más usados lesionados al Celta no le queda otra que usar al exgranota Iván Villar, debido a que en vez de utilizar la ficha libre que dejaba Sergio Álvarez en sustituirle, contrataron a Nolito. También es notable la baja de Denis Suarez con la que ya contaban con ella hace tiempo y la gran duda, Feder Smolov, retirado por un endema en el aductor ante Osasuna que seguramente le impidan ausentarse en la recta final.

Previendo una alineación de gala, los anfitriones llevan uno de los equipos menos rotados de La Liga con las únicas excepciones de Nolito, suplente ante Osasuna, y a Murillo sancionado por 5º amarilla. La principal característica del equipo está en su déficit goleador que le llevó a estar 4 partidos sin marcar, aunque poco a poco van recuperándose marcando en los últimos 7 partidos. Son 4º peor local de la categoría, aún así solo han perdido 1 partido de los últimos 10 como locales ante el Villarreal, jugando contra equipos como Barça y el Atlético.

Por parte del Levante, media plantilla se ve con el mojito y la pajita. Ante el Bilbao se apreció algo de carácter, o al menos se vio algo comparado con el partido ante el Mallorca. Resulta complicado saber por donde tirará el equipo, situado de lleno en el desierto en tierra de nadie, imposible de descifrar si el partido irá enserio o no. Una cosa está clara, para los celestes es el partido del año y si el Levante sale de turismo lo normal será llevarte el carro que se llevó el Alavés. Con la vuelta de Miramón, el Levante tendrá disponible a toda la plantilla granota, aunque eso dará igual si el equipo decide regalar la permanencia.

A pesar de que a muchos les duela, ante el Bilbao no se le perdió la cara al partido en ningún momento. Es verdad que el gol fue muy temprano y en el segundo ni los centrales ni Aitor estuvieron coordinados, pero los brazos no se bajaron más que en el descanso para reflexionar. El Levante ha demostrado que sabe competir sin jugarse la cara, pero también ha demostrado despertar las alarmas de aparentar amañar.

¿Será la cara o será la cruz?