Historia de una jugada maestra

No siempre hace falta salir en la portada para poder contribuir a un acontecimiento histórico. A veces realizas una acción a primera vista irrelevante en el momento en que aparece, pero cuando miras en el computo global es la décima para aprobar la asignatura, quien sabe si algo más.

Levante y Villarreal llegaban a la prórroga de unos cuartos de final de infarto. Unos que por fe se habían ganado el derecho a seguir luchando, otros que a pesar de hacerlo todo bien llegaban frustrados por seguir con los deberes a medio hacer. Corría el minuto 111 cuándo se mascó la tragedia total.

Melero perdía el centésimo balón del equipo en campo propio, de esos cerca del área que al aficionado granota le quitan oxígeno, aquel que tantas veces vemos y como sigamos así acabaremos desarrollando anticuerpos contra una pericarditis. Buscaba la reacción, evitar una ocasión manifiesta de gol. Viendo la imposibilidad de alcanzar al extremo groget, Melero apostaba por la falta desmesurada y descarada para aplicar un mal menor. Bajo sorpresa de la Comunitat entera Soto Grande indicaba un penalti inexistente a simple vista. La repetición dio la razón a los granotas, Melero agarraba la camiseta del contrincante fuera del área, misma zona donde el jugador groget se dejaba caer definitivamente.

El equipo tuvo el el puño agarrando el corazón durante más de 1 minuto, lo mismo que duró la revisión del VAR con su respectiva rectificación. Cárdenas atajaba el tiro libre de Parejo. El corner posterior acababa en nada.

La jugada dejaría las secuelas de la victoria. Gracias a ese no penalti de Melero los árbitros estuvieron más de 1 minuto chequeando la jugada, gracias a ese tiempo de revisión del VAR el cuarto árbitro se vio en la obligación de añadir 1 minuto de tiempo extra. Lo que sucedió en ese minuto es historia para el levantinismo.

Roger marcaba en el tiempo de descuento de la prórroga, un tiempo extra fruto de una pérdida y falta de Melero ¿Suerte o jugada maestra? Juzgad vosotros mismos. Sea lo que sea es una falta para la historia del levantinismo.