Medio centenar de luces y sombras

El sábado pasado Rubén Rochina consiguió alcanzar los 50 partidos como granota ante su víctima favorita, el Leganés, a quien en 4 partidos ha conseguido marcar 2 veces.

Rubén vino cedido desde el Rubin Kazan, equipo de la Premier rusa, finalmente fichado por 1,4 millones de euros después de acabar su cesión de media temporada. Desde entonces en 2 años lleva 50 partidos donde ha marcado 9 goles y regalado las mismas asistencias.

Sus inicios como granota no fueron fáciles. Vino a un equipo cabizbajo sin esperanzas de conseguir la permanencia a las ordenes de Muñiz. Este le hizo debutar en Anoeta en un partido en el que el Levante ya perdía 3-0. A pesar del resultado y sobre el mar de nubes grises por donde vagabundeaba el equipo el de Sagunto fue un rayo de luz capitaneando una pobre respuesta al intento de una remontada que hubiera sido digna del género de la épica. Aún su relativo buen debut su paso fue a peor debido a una expulsión por recriminar decisiones arbitrales al mismísimo arbitro que le propiciaría una sanción de 4 partidos dejándole fuera de la jornada 32 a la 36. En su única titularidad marcó uno de los mejores goles de la historia del Levante en primera, dando pistas de como Rubén entendía el fútbol, un poco de eso que nos tenía guardado y más tarde acabaría dando luz.

El comienzo de la segunda campaña no corrió diferente suerte, en las primeras 5 jornadas jugó 26 minutos sin pena ni gloria. Finalmente le llegaría su oportunidad, el día X, revolucionando el 11 inicial coincidiendo con el primer 3-5-2 de Paco López, ese día todos bailaron al son de Rochina quien puso la primera asistencia del empate granota siendo el primer paso de la remontada. La primera victoria en casa tenía nombre y apellido valenciano. Jugó 5 partidos seguidos los cuales 4 fueron victorias (1 en el Bernabeu) y un empate donde dejó un balance de un gol y la anterior asistencia, en esta época hasta día de hoy fue cuando enseñó su mejor versión. Después de una lesión comenzó el vaivén del jugador así como la del equipo en general, hizo partidos estratosféricos como el 1-4 ante el Celta donde hizo 2 asistencias o el empate a 2 ante el Eibar y el Espanyol donde marcó con tiros increíbles. A pesar de ser uno de los principales referentes en ataque no fue suficiente para ganarse el puesto de titular a final de temporada por patosería del propio jugador, pues una expulsión ante el Espanyol y varios altercados con la grada coincidiendo con la aparición en escena de Vukcevik le dejarían fuera de los partidos importantes.

Ya en la presente temporada Rochina parece haber asentado su puesto de titular incluso en algunos partidos por delante de Bardhi, en estos momentos llega en uno de sus mejores momentos a su partido número 50 según se puede comprobar ya que en sus últimos 9 partidos ha marcado 4 goles y dado 1 pase de gol dando al equipo 6 puntos de los 12 conseguidos en esta franja.

El balance del jugador consta de 19 victorias, 11 empates y 20 derrotas, a mi ver son unas estadísticas bastante positivas en un jugador del Levante tener un 38% de porcentaje de victorias. Es uno de esos jugadores que lleva loca a la grada, posee una técnica exquisita que le dota de una gran confianza, esa misma que le falla en la salida de balón pero en campo contrario le sobra para dejar a medio equipo rival desesperado con sus diabluras. Capaz de marcar goles tan claves desde más de 30 metros como contra el Mallorca como de perder 2 balones en tu campo propiciando la debacle del equipo. Una cosa tenemos todos claros "Lo que Rochina te da, Rochina te lo quita y viceversa".

Como conclusión, no todos quieren verlo pero el látigo de Sagunto fue clave en la salvación del año pasado pues esas 4 victorias consecutivas llevan un 40% de su firma. Este año va camino de la misma historia, es un jugador al que sus aspectos clave llevan menos gloria en el entorno mediático de la afición

de la que deberían, eclipsadas en cierto punto por sus indirectas desafortunadas por redes sociales. Por mi parte darle la enhorabuena a Rochina por alcanzar los 50 partidos donde por suerte podemos quedarnos más por sus gestas y resultados que por ciertas acciones puntuales.