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Pedrosa se une al "Hall of Fame granota"

  • Foto del escritor: Pablo Martínez Belmonte
    Pablo Martínez Belmonte
  • 20 jun 2020
  • 5 Min. de lectura

El ser humano es un ser rencoroso, cuando se siente humillado manda a pasear su orgullo por la cueva más profunda con el objetivo de aislarse del mundo. En este momento existen dos tipos de personas, los que a partir de entonces basan su existencia en comer ratas y excrementos de murciégalos, o los que pasan su aislamiento planeando su vuelta más fuerte que nunca. Al Levante el Espanyol le tocó el orgullo en el Ciutat, Campaña acabó llorando después tendido en el césped después de haber sido incapaz de crear una sola ocasión de peligro ante el colista de Primera División después de incluso haber jugar fase de grupos de la UEL tres días antes. Hoy el mago no sacó un conejo de su sombrero de copa, sacó un metrónomo que le ayudó a parar el tiempo y tres pares de castañuelas de la mejor artesanía sevillana para hacer su mejor nivel de fútbol y dar al Levante posiblemente el mejor partido de la temporada a domicilio.


Todo salió bien, menos a Melero, todo el mundo hizo su trabajo y lo hizo a las mil maravillas. El Levante llevó a Cornellá esa faceta de equipo a la que todos hemos rezado alguna vez a la Virgen y al Dios del enisbardhismo que los jugadores sacaran, esa de en tierra de nadie y con los deberes medio hechos, ir a por el sobresaliente en vez de conformarte con el Champín de marca blanca. Nuestras plegarias fueron oídas y por fin el Levante ambicioso despertó.


Muchas fueron las razones de la victoria, un gran planteamiento, la increíble ventaja del Levante respecto a los demás equipos con los 5 cambios, que ellos no tienen a Campaña, Mayoral reafirmándose como lo más cerca que tenemos de Koné, que ellos no tienen a Campaña, un equipo con ambición (¡¡¡Por fin!!!), la gran fortaleza defensiva que han creado Vezo, Postigo y Bruno, que ellos no tienen a Campaña, el increíble sustento que tiene el levante con Vukcevik, Y QUE ELLOS NO TIENEN A DON JOSÉ ÁNGEL GÓMEZ CAMPAÑA.


El Levante no le perdió la cara en ningún momento al rival, con algunos momentos de superioridad por parte de los pericos, ocasiones claras no tuvieron más que dos pérdidas made in Levante sacando el juego a través de Melero y Vukcevik en la primera parte. La respuesta fue una jugada Maradoniana del Koné pálido que acabó siendo el primero del Levante. Pero no podemos olvidar que somos el Levante, ese equipo capaz de provocar los córners a favor como jugada manifiesta para el equipo rival, pues de un centro de saque de banda el Espanyol marcó un gol digno del alevín "C" del Tavernes Blanques que solo el Valencia de Abdennour pudo encajar un gol así en el derbi de Rossi. El choque se igualaba pero la sensación de peligro la llevaba el jugador centenario del Levante, que tan abuso era su juego que el bueno del árbitro tuvo que anularle un gol para darle emoción a la segunda parte.


Por suerte para Del Cerro Grande, su dudoso método de juicio quedará como una anécdota como fue su fallito de nada que casi acaba en expulsión de Coke y penalti para el Girona. Con el reglamento en la mano, el fuera de juego posicional de Melero es indiscutible, pero por otro lado que te bases en que Melero tuvo influencia alguna en que a Diego López le tapara la trayectoria del balón es para cambiarle la medicación inmediatamente. Está claro que Melero es un todoterreno pero también lo está que Diego López ni es ciego ni es el hombre goma.


La segunda parte solo tuvo un color, el de las barras blaugranas que un día se copió el Barça del Levante. El desequilibrió llegó con un acierto más de Paco desde el banquillo, moviendo ficha rápido entrando a Morales que junto a Bardhi se inventaron el 1 a 2 pasando a formar un dúo que desmoralizo (nunca mejor dicho) a la muralla rival. No hubo partido, el 1 a 3 fue en propia pero pudo haber llegado de mil formas distintas con los tiros de Clerc, Hernani, Bardhi o Postigo, 4 ocasiones clarísimas que solo un despeje de Pedrosa pudo superar.


Fue un partido de 10, de puñetazo en la mesa de los pequeños para pasar a la mesa de los equipos acomodados de La Liga, para mirar la clasificación y ver que el Valencia está solo a 5 puntos aunque Europa quizás te queda lejos ya. Si Maldini estaba loco con los destellos de calidad que dejaba Campaña a un 30% de su capacidad futbolística, ahora mismo debe estar convulsionando en su sofá. El psicópata ha pasado a ser un sicario de guante blanco, elegante, dejando de lado ese rodillazo al muslo del rival innecesario al minuto 3, además sacando el balón jugado al más puro estilo Xabi Alonso. Encima Radoja no se le queda atrás.


Roger se vistió de Borja y Borjita de black power, uno con el mono de barrendero y el otro cegado por los flashes de las cámaras al realizar los hightlights. Quizás el de Torrent menos acertado desde la vuelta de la competición pero con un trabajo digno de elogio. Los cambios funcionaron, es más, fueron el desencadenante del torrente de fútbol granota que de desató a partir del 60' junto a la puesta escena del líder supremo del Enisbarshismo que ya traspasa fronteras, quien en 15 minutos le sirvió para romperla como las grandes leyendas del fútbol. La defensa mantuvo su increíble nivel tan poco realista si a los precedentes nos ceñimos, Clerc anuló los ataques por su banda y fue una flecha envenenada en ataque, Miramón solventó la difícil papeleta contra Embarba y Aitor sigue siendo el vasco capaz hasta de parar a un pueblo entero para que le encuentren sustituto en la urnas.


Son 38 puntos, a 4 de los psicológicos 42 puntos que marcan la permanencia con 24 puntos todavía por disputarse. El Mallorca está nada menos que a 12 puntos, ya una distancia imposible de remontar por lo qué podemos decir que tras tres temporadas, el Levante consigue solventar su presencia en La Liga española como uno de los equipos fijos de la competición el el S. XXI. Nos queda un final de temporada bonito para disfrutar con los colegas y emborracharnos con cerveza, para no tener miedo de ver a Morales de titular de vez en cuando, para gritarle "calvo" a Paco sin el rencor de no poner a Hernani, para coger un par de hamacas, dos paquetes de pipas, sentarse en el parking del Ciutat contemplando las obras y comentar "ese tabique está torcido".

 
 
 

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