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351 días desde el último empate del Levante lejos del Ciutat

  • Foto del escritor: Pablo Martínez Belmonte
    Pablo Martínez Belmonte
  • 3 mar 2020
  • 2 Min. de lectura

Todos preferimos la victorias a los empates, tratar de conseguir marcar más goles del rival a anotar los mismos. Cada uno lo afronta con su visión de la vida, unos miran como sacar un punto, otros lo ven como perder dos. Un empate fuera de casa vale lo mismo que uno en tu estadio ante la tu propia afición.


¿Por qué os cuento esto? Estoy seguro de que la mayoría de mis pocos lectores son seguidores del Levante U.D. como lo soy yo, por lo tanto puede que haya la circunstancia de


que a más de uno se le haya olvidado que gana un equipo al conseguir empatar fuera de casa, y es que el equipo de Paco López lleva sin empatar un partido fuera de casa 351 días hoy 3/3/2020. Si os pido un esfuerzo por recordar el número de la jornada, el resultado exacto, el rival y el día, a muchos os costará bastante.


La última vez que este equipo consigió firmar las tablas fue un viernes de fallas con media Valencia en su casal fallero viendo el partido por la tele. El Levante visitó Anoeta ante un equipo muy en alza, una Real Sociedad remontando para pelear puestos europeos no pudo doblegar a los granotas tras pactar un 1 a 1, goles de Januzaj y de Borja Mayoral tras una jugada ensayada de corner con uno de los primeros recitales en la portería de Aitor salvando hasta 7 remates, aunque para el recuerdo la última a bocajarro de Elustondo en el descuento.


A partir de ahí solo han sido victorias y derrotas con un balance muy desfavorecedor en 17 partidos con solo 4 victorias y 13 derrotas, en los que se han anotado 18 goles pero han recibido exactamente el doble con 36 recibiendo una media mayor de 2 goles por partido. Otro dato está en las victorias, pues el resultado en las 4 fueron de 1-2 y en tres de ellos ha marcado Bardhi.


A pesar de ser una persona nostáligica de rascar punto tras punto fuera de casa, espero que esta racha tan curiosa se alargue un poco más y podamos dar el primer campanazo de nuestra historia al vecino en plena fiesta de nuestra ciudad dejándonos un gran sabor para todas las fallas.

 
 
 

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