El Levante le coge gusto a los infartos. El Levante necesita a Hernani de titular.
- Pablo Martínez Belmonte
- 16 jun 2020
- 5 Min. de lectura
Hay equipos de costumbres: el Bilbao la ofrenda de ramos, el Benfica su águila, el Espanyo su homenaje al eterno capitán, el Valencia perder en Champions, el Madrid marcar en fuera de juego y el Levante empatar en el último segundo.
Otra vez lo hizo el Levante, de nuevo llevó a la afición a las más absoluta desesperación para redimirse cuando los comepipas ya estaban cambiando el canal para ponerse el Sálvame con la última denuncia de Jesé por abandono a sus hijos. De nuevo estuvo ese Levante al que poco nos tienen acostumbrados de dejarse lo bueno para el final o al menos no tirar la toalla, otra vez ante un equipo puntero en plena lucha por la plaza directa a la Champions, un Paco que le ganó la partida a Lopetegui a la vez que se llevó un bofetón de realidad con la entrada de Hernani creando las jugadas más claras del Levante.
Paco le comió la tostada a Lopetegui, quien buscó el mismo plan que el partido de ida con la idea de avasallar el área del Levante a base de centros desde cualquier ángulo posible. Paco lo sabía y esta vez se adelanto a la jugada. Decidió optar por sacrificar a Rochina y Campaña en banda para ayudar a Toño y Coke, recuperar el balón y que directamente fuera los pies de los magos para iniciar el ataque, además el nivel de Vezo también ha sido otra sorpresa en mayúsculas. El equipo hispalense llegó al descanso sin crear más peligro que el disparo al larguero de Munir de una falta directa, con más posesión, pero con un número de jugadas clave mayor para el Levante con el casi disparo de Coke, la casi llegada de Mayoral, el fuera de juego de Rochina y el casi pase de Melero. Por desgracia en el fútbol los "casis" valen lo mismo que beber ginebra sin limón. El Levante había anulado casi por completo al Sevilla dejándolo tocar de un lado a otro sin más idea que colgar el balón a ver si la Virgen remataba un centro inexistente, lanzado a la contra.
La segunda parte empezó de escándalo, a los 25 segundos Munir le pasaba por la izquierda a Coke como un obús para ponérsela a De Jong mientras Coke todavía se ataba los cordones. Tampoco voy a desprestigiar la maravillosa jugada en cuatro toques del Sevilla ni mucho menos. Los 15 minutos de descanso al fango, excepto para el Sevilla que supo perfectamente como anular al Levante. Campaña y Rochina pasaron a tener media capital andaluza pegada a sus botas, lo que llevó al Levante a no crear peligro hasta exactamente el minuto 72. El Levante en jaque resistía por la solvencia y el sacrificio de Vezo, Melero y como no, otro paradón del siglo de el de siempre.
Salió Hernani, empezó la samba. Con el cambio, el Levante pasó de basar su ataque en que Campaña llegara con el balón al borde del área, a con un toque del sevillano crear una superioridad de 2 vs 1 en banda con Hernani y Miramón aprovechando la acumulación de sevillistas en el centro. Hernani saltó y besó el santo, al cual Koundé vio y le hizo la cobra sacando el balón en la linea de gol cuando ya había superado a Vaclik. Empezaba el monólogo granota que cundiría con el autogol de Diego Carlos después de como no podía ser de otra manera, un centro a ningún lado de Miramón que despegaría Vaclik al cuerpo del central rebotando dentro de la portería. Cortos de quedarse satisfechos, el Levante buscó la épica con un latigazo de Mayoral que despejó al límite Vaclik. Un irreconocible Sergio León (para bien) dio alas renovando el trabajo que le faltaba a Mayoral por el paso del tiempo, creando situaciones de peligro. Finalmente en el 96, el árbitro pitó el final dejando una sensación de un partido más corto de lo que en el 70 nos parecía.
Cosas positivas, una primera parte muy buena para medirte a un equipo en zona Champions y unos últimos 20 minutos sublimes que dejan casi peor sabor de boca por poder haber sacado algo más que buen sabor por el punto. Campaña y Vezo reafirman su cambio, sobretodo el portugués está hecho un titán colosal demostrando el mejor nivel desde su incorporación al Levante. El sevillano hoy quizás haya dado razones para que el Sevilla apueste fuerte este verano por sus servicios. El trabajo sucio esta vez ha sido para Mayoral y para Melero. Mayoral recibía, aguantaba y abría el juego en tres cuartos de campo a lo más puro estilo Aurona Koné. Por su parte Melero era la segunda linea de batalla, si Toño o Coke eran superados ahí estaba Melero, si volaba el balón ahí estaba el cabezón de Melero... hoy no marcó, pero la cuenta de Melerismo empieza a estar justificada.
La absoluta sorpresa fue Sergio León, más acertado con su juego que a la hora de recriminar primero a Hernani y luego a Mayoral que no le pasaran el balón. Parece no estar todo perdido o quizás sea un espejismo al nivel de Samu García frente al Lugo. Pero quien realmente ha puesto su nombre en el once titular ha sido Hernani, nadie ha descubierto nada nuevo de el durante el partido, menos Paco López que seguirá contando con Morales, no tengáis ninguna duda.
Yendo a lo malo, los laterales han dado otro pasito atrás, menos Coke que se cayó del acantilado hace media temporada. Coke tuvo el primero pero estuvo más cerca de patear a Diego Carlos que al balón, más tarde se acabaría comiendo el desmarque de Munir después de no dar un pase bien en todo el partido. La otra banda también dio de si, en el minuto 35-40 a Toño le comen la tostada girándose sobre si mismo a una velocidad digna de los efectos especiales de Matrix. Casi rompe a llorar cuando vio los 2 minutos de alargue en la primera parte. Rochina no le ayudó, si recuperaba el balón lo perdía al segundo. Tampoco desmeritar esos últimos 5 minutos buenos en la primera parte, pero no dejan de ser solo 5 minutos de los 70 que jugó.
En mi humilde y poco redundante opinión para el resto, el Levante ha superado mis expectativas consiguiendo 2 puntos muy meritorios ante rivales a priori mucho más potentes que tu, aún más sabiendo que un punto fue conseguido en Mestalla y otro ante el tercero de la Liga, aunque mi compañero Miguel (Ojos de Ira) nos recuerde que son insuficientes para dejar de lado el descenso. Todavía hemos tenido que hablar mucho de Aitor, sobretodo en el inicio de la segunda parte y sobretodo con ese paradón meteórico a Escudero, pero la defensa ya no parece el coladero de los macarrones que tienes en tu casa, o al menos por parte de los centrales. Nos ponemos con 35 puntos a 8 de Europa y a 10 de los puestos de descenso, poco a poco va cogiendo color la salvación.

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