El Levante que mandó a segunda al Real Madrid
- Pablo Martínez Belmonte
- 21 feb 2020
- 2 Min. de lectura
Muchos de vosotros conocéis la historia, todavía mas recordaréis el partido con la victoria del Levante ante el Real Madrid con el gol de Arouna Koné fusilando la portería de Casillas. Pero hoy no hablaré de la gran hazaña del 2011, sino de unas palabras en la previa al choque del entonces entrenador del 9 veces campeón de Europa por aquellos tiempos pues fueron las causantes de dar el privilegio a Orriols de ser el único lugar hasta la fecha al cual le pudo cantar a uno de los principales gigantes del fútbol español el típico cántico de "A segunda, oé".
En la previa Mourinho consiguió dejar un titular más allá de la más que segura no titularidad de Cristiano como luego pasó, unas palabras de las que un día después le hicieron arrepentirse al afirmar que el objetivo del Madrid era alcanzar los 41 puntos rápido para mantenerlo un año más en primera división con las siguientes palabras: "Nuestro objetivo es la permanencia", "A ver si hacemos pronto los 41 puntos y nos mantenemos en Primera". Las causas de esas palabras fueron una burla a unas declaraciones de Guardiola cuando era entrador del Barça tirando de humildad al decir que este año su equipo no aspiraba a ganar ninguna competición.
No fue la única joya que dejaría el portugués en sus duelos contra el Levante. Al perder por sorpresa ante el Levante, en rueda de prensa felicitó a los jugadores granotas por sus altos coeficientes mentales por saber como provocar y perder tiempo.
Otra anécdota llegaría en una de esas noches para olvidar aún tratando de una en la que el Levante ganó 2-0 al Madrid, el problema vino en que los merengues habían endosado un 8-0 en la ida. Ese partido los locales empezaron ganando a mitad de la primera parte en una pachanga entre filiales. Ante el resultado adverso, Mourinho decidió poner a calentar a Pepe como burla por si el Levante conseguía acercar el empate cuando el global marcaba el 8-1. Ballesteros esa noche andaba por la grada hasta el descanso cuando como un tren entró en los vestuarios dispuesto a atropellar al entrandor del Madrid por lo que el capitán entendió como una burla. Muchos medios reportaron como Mourinho nunca estuvo más asustado en su vida como en aquel momento.
Durante las 4 temporadas acabó con un balance de 2 victorias (1-2 y 2-3), 1 empate a 0 y 2 derrotas (2-0 en Copa y 1-0 en Liga), a parte de reconocer públicamente que nunca en su vida traería su hijo a Ciutat de Valencia sin dar más explicaciones.

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