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La maldición del 23

  • Foto del escritor: Pablo Martínez Belmonte
    Pablo Martínez Belmonte
  • 8 abr 2020
  • 4 Min. de lectura

Todos los años hay jugadores que acaban siendo la revelación de la temporada, para bien y para mal. Jugadores con los que no se contaba en un principio pero acaban la temporada como titulares o jugadores llegados con un rol importante en el equipo por su caché que acaban mostrando su peor cara, altibajos durante la temporada provocando que el jugador no despunte al máximo nivel esperado por todos en el club.


Tras medio año asombroso Coke ganó el interés de todo el cuerpo técnico para retenerlo como pilar fundamental para las siguientes campañas granotas, un capitán de un equipo que ganó 3 títulos internacionales seguidos, jugando aún más finales de Copa del Rey presagiaba al madrileño como un refuerzo de oro para un equipo humilde pelando por la salvación. El recorrido no fue del todo el esperado pero si por muchos momentos Coke acabó siendo el jugador esperado por todos tirando del carro en acciones puntuales y cruciales, marcando goles más por fe que por calidad y siendo el capitán emocional de un equipo en caída libre. A pesar de la irregularidad la trayectoria en su primer año y medio fue notable.


Hasta ahora las tantas acciones tan fundamentales de Coke habían salvado sus días en el club, teniendo de competidor a Pedro López prácticamente retirado como pensábamos todos hasta su exhibición ante el Girona, la seguridad que le otorgaba a Paco cuando los centrales escaseaban para usar la defensa de tres le dejaron continuar con el rol de capitán sin brazalete, pero con la llegada de Miramón todo se disipó.


La llegada del maño provocó que el primer partido de liga fuese suplente pero ante el horroroso partido ante el Alavés tuvo la oportunidad en el derbi ante el Villarreal, la única victoria del Levante esta temporada en donde Coke salió de titular. Desde entonces uno de los capitanes del Levante ha empezado en 5 partidos más en el once inicial de los cuales el Levante los ha perdido todos y cada uno de ellos (3-1 ante el Betis, 0-1 ante el Espanyol, 2-4 ante el Valencia, 2-1 contra el Atlético y 0-1 al Alavés), una estadística que deja un porcentaje de victorias del 16% y del 84% de derrotas. Tampoco mejora su imagen cuando en el postpartido de uno de los peores encuentros del Levante en primera división y seguramente su peor partido como granota, tuvo la poca gracia de decir que la afición no ayuda al equipo a revertir la situación.


Por otro lado están los partidos donde salió en sustitución de alguien, contando los minutos jugados con el en el campo sacamos el siguiente parcial: 0-0 ante el Osasuna, 0-0 ante la Real Sociedad, victoria 0-1 al Granada, victoria 1-0 al Celta y derrota 0-1 contra el Granada. Mejores números números a sus salidas de titular sin duda, en donde con su entrada el equipo ganó 2 puntos al pasar del 1-1 al 1-2 con el gol de Bardhi aunque perdió otros 2 ante el mismo equipo dejando un balance de 0 puntos ganados con su entrada.


También podríamos tener en cuenta los partidos de Copa. Jugó los 3 completos marcando 2 goles al Melilla y uno de los penaltis al Real Jaén. Después afrontó la difícill papeleta de intentar sacar el billete para la próxima ronda ante el Sevilla, aunque no se si muchos describiríamos el partido ni siquiera como intento.


Coke ha encontrado la regularidad en el equipo aunque no ha sido la esperada sino una cuesta abajo sin freno pisando el acelerador. En el Levante su mal juego era compensado con su garra, la emoción que transmitía a la grada, ser de los pocos jugadores en el campo motivados hasta el último minuto con la esperanza de sacar algo a pesar de la adversidad aunque luego tuviera que afrontar la cruda realidad. También sumaban sus goles, al fin y al cabo es lo que más celebra el mundo del fútbol. Por lo tanto, si le quitas la titularidad le privas de su principal rasgo y encima le resta todavía más tener la pólvora mojada, te lleva a ser nominado uno de los jugadores decepción de la plantilla, curiosamente coincidiendo con el momento en donde hereda el 23 de un tal Remeseiro.


Más allá de crucificar definitivamente al jugador, todos sabemos el nivel al que puede llegar, quizás consiga volver o a lo mejor acabe confirmando su bajón de nivel en comparación al fútbol profesional, a pesar de ello siempre da el 100% de forma más o menos acertada pero conociendo el panorama más posible de un partido cada 72 horas con un maratón de 11 jornadas con el descenso todavía rondando por el barrio de Benimaclet, el Levante va a necesitar el compromiso de todos sabiendo la importante planificación de las rotaciones sacando casi siempre onces diferentes en cada jornada. Al fin y al cabo sigue siendo el hombre que cambió la situación del equipo con ese cabezazo ante el Getafe en la primera victoria de Paco López.




 
 
 

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