La polémica favoreció al Villarreal

El día a día más puro en aquellos que seguimos al equipo de Paco López desde su llegada, un partido directo a la colección titulada "Como juega el Levante" para mandarlo a cada entrenador del resto de equipos de La Liga para que comprendan cual es el estilo más reconocible.

Ayer en rueda de prensa nuestro entrenador vendió un partido muy competido con un resultado injusto del cual hay que sacar mayor número de matices positivos que negativos. La realidad fue esa misma, el Levante fue mejor en juego a los locales en cierto modo gracias a un Rochina desatado al que solo la lesión de grado 2 en el aductor derecho parecen haber podido parar, y a un Roger que sigue siendo nuestro. Una superioridad nublada por la sombra de la fragilidad defensiva causante de premiarnos con el deshonor de ser el segundo equipo más goleado fuera de casa gracias a 2 goles de 4 ocasiones claras, mucho acierto provenientes de un paseo de Gerard Moreno como si paseara plácidamente por la Albufera y de un adorno que nos volvió a salir caro.

¿Es verdad el hecho de poder salir contento con el equipo? No con todos. El recital de Rochina fue bárbaro dejando a su paso un defensor tras otro, Roger demostró lo máximo que se le puede exigir a un delantero, además de unos Vezo y Postigo quines pese a quien le pese son la pareja indiscutible más fiable desde el regreso a primera. Los errores siguen siendo de los mismos, de unos laterales limitados en defensa y poco incisivos en el ataque, Campaña viendo como se acerca la feria de Sevilla poco a poco y un Mayoral que por suerte y desgracia su único acierto ha sido empujar el balón en la linea de gol desde la vuelta de Navidades.

Como viene siendo costumbre en los derbis valencianos, la polémica surgió de nuevo en dos acciones favorables al Villarreal en el segundo gol y un regalo en forma de amonestación verbal a nuestro querido Iborra que pudo dar gracias de acabar la primera parte sin ser expulsado. El VAR dictó tanto legal para los grogets tras comprobar el VAR como la espalda de Vezo habilitaba el tacón de Gerard Moreno, una situación imposible de no llevar de vuelta a los aficionados de ambos equipos a ese día donde el tacón de Morales, también en linea, fue declarado como posición adelantada. En mi opinión los dos fueron situaciones legales pues es tan poco clamoroso que el error (si lo hubiera) no debería ser corregido. Más escandaloso fue la benevolencia del árbitro con el de Moncada cuando sacó a pasear su brazo por el rostro del jugador del Levante, una tarjeta amarilla de manual indiscutible en la que ningún jugador del Levante protesto más allá.

Siendo realistas, era un partido complicado en el que se jugó bien dando la cara hasta el final. Si Morales hubiera puesto el pie, si Iborra hubiera visto la justa expulsión, si Roger llega a materializar su mano a mano con Asenjo... Muchos escenarios. Realmente el Levante competió pero eso no puede servir para conformarse como muchos notamos en el equipo. A este equipo le falta trabajo en defensa, nada nuevo. No es posible que las alegrías en Orriols duren 5 minutos.