Partido para olvidar, un bochorno materializado en fútbol. Del orgullo a la incredulidad, si el jueves daban ganas de besar el escudo el domingo daban ganas de apagar la televisión. El Levante no hizo acto de presencia en un partido que ganó la Real Sociedad por la mínima gracias al hombre milagro del momento, Dani Cárdenas haciendo otro partidazo para abrir el debate de la portería. Fue un escándalo, una goleada que debió ser histórica acabó con la Real pidiendo la hora.
La Real marcaba en el minuto 9 con un fallo defensivo (como los hubo en todo el partido), nadie cerró el agujero que propició el tanto de Merino. Antes un palo salvó a los de Paco. Salvó Cárdenas, al rato Oyarzabal mandaba fuera el penalti provocado por otro barajuste en defensa. Cárdenas ganaba un duelo individual a Isak, atajaba otro a Oyarzabal, de nuevo el sueco remataba al lateral de la red y Silva disparaba al pie de Vezo. Todas clarísimas, entrarían 99 de 100 ocasiones como esta y a la Real solo le entró una.
La segunda parte fue todavía más trágica. Cárdenas despejaba un remate de cabeza al larguero, Portu mandaba arriba otro duelo ante Cárdenas, Isak cometía fuera de juego posicional en otro tanto de Merino que no subió, Duarte sacó 2 balones en línea de gol y Son sacó otro. Repito, impresionante el poco acierto de los vascos. No engañamos a nadie diciendo que el partido pudo terminar 8-0, pero lo hizo por solo un gol de diferencia.
Con el partido en la recta final el Levante quiso la suya. Son lanzó alto una volea, siendo la oportunidad más clara del Levante. Bardhi mandaba al larguero un disparo olímpico desde el corner, atajó Remiro evitando el empate. En la última jugada Duarte remataba alta el corner. Perdonar casi le costó muy caro a la Real.
Una noche para olvidar, muy pocos dieron la cara. Quién dio algo más fue Cárdenas, el mejor del Levante en 2 de los últimos 3 partidos de liga. No hay más quien salvar, Bardhi lo intentó, Duarte salvó más de un gol aunque propició una ocasión de oro con una pérdida siendo el último hombre.
Los jugadores ya saben la parte negativa, que fue casi todo menos el resultado porqué pudo ser de escándalo. Los suplentes dan otro paso atrás. Hay que ser muy críticos con las actuaciones de Dani Gómez, Coke, Vukcevik y Rochina, raro por este último debido al buen tono que llevaba últimamente.
Estaba claro la tremenda dificultad del partido. Cualquier aficionado granota estaría sentado en su sillón con la única exigencia de que su equipo diera la cara pesa a la adversidad. Lo que se vio fue un amago de masacre. La Real lanzó hasta 21 veces en 60 minutos, finalmente llegaron a 25. El récord en liga son 28, los que hizo el Atlético frente al propio Levante. Fueron 77 ataques peligrosos, que para haceros una idea la Real hizo 46 ante el Alavés en un partido que ganó 4-0.
El Levante cayó en Copa, pero la temporada no acaba. Borrón y cuenta nueva cuanto antes. Espera el Valencia en el derbi por decidir la corona del fútbol valenciano. Toca cambiar el chip cuanto antes, la borrasca ya marcha de Orriols, se acabó jugar 2 veces por semana y el calendario es optimista. Esperemos ser que este partido sirva como punto de inflexión por el daño que pudo ser y solo un milagro digno de entrar en la Biblia evitó.
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